Javier Senosiaín es considerado el máximo
En la la Ciudad de México, el arquitecto Javier Senosiaín ofrece la posibilidad de vivir en lugares conectados con la naturaleza: casas con formas peculiares como serpientes, ballenas, flores o caracoles.
Esta clase de estructuras se denominan la “quintaesencia de la arquitectura orgánica”, y consiste en construir habitaciones que se integran mediante sus formas con el medio ambiente como si éstas hubiesen salido de un cuento de hadas.
Senosiaín se influye por grandes genios de la arquitectura como Frank Lloyd Wright, Hundertwsser o Antonio Gaudí; además, es profesor de arquitectura de la UNAM y disfruta al diseñar los interiores de sus casas con inspiración en el arte popular mexicano.
Entre sus obras más fascinantes destacan sus viviendas, como la “Nautilus”, que es similar al caracol marino; las semienterradas “Casa orgánica” o conjunto “Satélite”, cubiertas de tierra y césped; o las que tienen forma de ballena, tiburón y hasta de flor de seis pétalos.
Bioarquitectura
Poseedor de una idea muy particular de la arquitectura, Javier Senosiain, egresado de la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM en 1972, ha buscado plasmar su ideario arquitectónico de brindar aportaciones dentro de la arquitectura sustentable, es decir, la plenamente integrada a la naturaleza.
Por esta razón, tanto a él como a su equipo los mueve el buscar alternativas que no sólo resulten benéficas para las personas, sino en general, para todos los seres vivos que habitamos el planeta; de ahí el diseño con el fin de desarrollar técnicas apoyadas en la ética de espacios en donde el respeto sea prioritario para deteriorar así, lo menos posible, el entorno.
La idea planteada por este arquitecto, denominada por él mismo como Bioarquitectura, es el resultado de la búsqueda por crear espacios adaptados al hombre, semejantes al seno materno o a las mismas guaridas de los animales, propiciando así una armonía entre hombre, naturaleza y necesidades; al respecto, Senosiain en cierta ocasión comentó que “el ser humano no debe desprenderse de sus impulsos primigenios, de su ser biológico; debe recordar que él mismo proviene de un principio natural y que la búsqueda de su morada no puede desligarse de sus raíces; es decir, debe evitar que su hábitat sea antinatural.
exponente de la arquitectura orgánica en
México; su estilo consiste en hacer reales
viviendas oníricas que se integran con formas
sinuosas en el medio ambiente, como si las
hubiesen sacado de la ciencia ficción
En la la Ciudad de México, el arquitecto Javier Senosiaín ofrece la posibilidad de vivir en lugares conectados con la naturaleza: casas con formas peculiares como serpientes, ballenas, flores o caracoles.
Esta clase de estructuras se denominan la “quintaesencia de la arquitectura orgánica”, y consiste en construir habitaciones que se integran mediante sus formas con el medio ambiente como si éstas hubiesen salido de un cuento de hadas.
Senosiaín se influye por grandes genios de la arquitectura como Frank Lloyd Wright, Hundertwsser o Antonio Gaudí; además, es profesor de arquitectura de la UNAM y disfruta al diseñar los interiores de sus casas con inspiración en el arte popular mexicano.
Entre sus obras más fascinantes destacan sus viviendas, como la “Nautilus”, que es similar al caracol marino; las semienterradas “Casa orgánica” o conjunto “Satélite”, cubiertas de tierra y césped; o las que tienen forma de ballena, tiburón y hasta de flor de seis pétalos.
Bioarquitectura
Poseedor de una idea muy particular de la arquitectura, Javier Senosiain, egresado de la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM en 1972, ha buscado plasmar su ideario arquitectónico de brindar aportaciones dentro de la arquitectura sustentable, es decir, la plenamente integrada a la naturaleza.
Por esta razón, tanto a él como a su equipo los mueve el buscar alternativas que no sólo resulten benéficas para las personas, sino en general, para todos los seres vivos que habitamos el planeta; de ahí el diseño con el fin de desarrollar técnicas apoyadas en la ética de espacios en donde el respeto sea prioritario para deteriorar así, lo menos posible, el entorno.
La idea planteada por este arquitecto, denominada por él mismo como Bioarquitectura, es el resultado de la búsqueda por crear espacios adaptados al hombre, semejantes al seno materno o a las mismas guaridas de los animales, propiciando así una armonía entre hombre, naturaleza y necesidades; al respecto, Senosiain en cierta ocasión comentó que “el ser humano no debe desprenderse de sus impulsos primigenios, de su ser biológico; debe recordar que él mismo proviene de un principio natural y que la búsqueda de su morada no puede desligarse de sus raíces; es decir, debe evitar que su hábitat sea antinatural.
“La intención es que exista cierta armonía y unidad con el paisaje, con el entorno, sobre todo, tomando en cuenta a la naturaleza. Juan O´Gorman decía que, la arquitectura orgánica consiste en tomar en cuenta los aspectos geográficos, la topografía, la orientación, las vistas, el entorno y también la identidad, la cultura que es muy importante; es tener en cuenta esos dos aspectos: la identidad, que es el hombre, y la naturaleza; es un binomio, en donde el hombre es parte de la naturaleza.
“Es regresar a vivir dentro de la naturaleza. En los últimos años, se esta tomando más en cuenta por todo lo que le hemos hecho a este planeta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario